En el mundo de la farándula argentina, hay casas o mansiones que despiertan una curiosidad única. Y la de Catherine Fulop y Ova Sabatini es sin dudas una de ellas. Después de más de tres décadas juntos, la pareja abrió las puertas de su hogar y dejó ver un espacio que combina estilo, confort y una vida activa.
No se trata solo de lujo. Cada rincón de la casa de Catherine habla de la esencia de esta familia: unida, apasionada por el bienestar y con una clara inclinación por el orden. Desde un gimnasio privado hasta una pileta soñada, todo está pensado para disfrutar tanto de la vida en familia como de los momentos personales.
Ubicada en una exclusiva zona residencial, la casa de Fulop y Ova impacta apenas se ingresa. Los amplios ventanales dejan entrar una luz que envuelve todo, y los ambientes transmiten una mezcla de modernidad y calidez. El living, con pisos claros y cortinas livianas, es el corazón de los festejos familiares. Allí se celebran las fechas importantes y las reuniones con amigos, siempre en un clima alegre y acogedor.
La cocina es puro orden y practicidad, fiel al estilo de Catherine. Muebles blancos, mesadas de mármol y electrodomésticos de acero inoxidable forman un espacio impecable donde la isla central se convierte en el punto de encuentro para desayunos y charlas.
EL RINCÓN MÁS IMPACTANTE DE LA MANSIÓN DE CATHERINE FULOP QUE POCOS CONOCEN
El dormitorio principal es un refugio. Cama king size, paredes en tonos madera clara y un ambiente sereno que recuerda a un spa de lujo. Sin objetos innecesarios, la habitación en cuestión invita a descansar y desconectarse del mundo.
En el exterior, la pileta que tienen los padres de Oriana Sabatini domina el jardín. Rodeada de verde, se convierte en el sitio ideal para tardes de sol y mates. La arquitectura combina columnas clásicas con un diseño moderno, aportando una elegancia atemporal.
El gimnasio privado es otra de las joyas que tiene ya esta bien denominada mansión. Pesas, bicicletas y colchonetas forman parte de la rutina diaria de Cathy y Ova, quienes demuestran que el bienestar físico es parte esencial de su estilo de vida.
Y como si fuera poco, el baño principal parece sacado de un hotel cinco estrellas: dos bachas, grifería de diseño, espejos circulares y una estética minimalista en blanco, negro y gris. Allí, Fulop comienza sus días entre cuidados y rituales personales, rodeada de un entorno que invita a sentirse bien. Un hogar que, más que una casa, es un reflejo perfecto de quienes lo habitan.