Coincidencia total entre movileras y movileros de las empresas periodísticas apostados en la mesa 212 del Instituto Pedro Poveda de Vicente López. “Está seria, despeinada y no abre la boca”, decían en C5N. “Hay muchos patovicas alrededor, esto parece un boliche”, agregaban en TN. Lo cierto es que, cerca de las 12:20 del domingo la secretaria general de la Presidencia y hermana de Javier Milei hizo el trámite de votación en el menor tiempo que le fue posible.
La funcionaria involucrada en las coimas recibidas de droguerías y demás proveedores de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis) , sabía que una marea de cámaras y micrófonos estaría esperándola. Y también que en la calle, afuera del colegio, casi nadie levantaba su voz para apoyarla. Por eso el operativo fue claro: que llegue cuando no haya fila en la mesa, que entre rápido y callada, vote, salude, sonría levemente y se vaya como llegó.
Poco antes sus subalternos le había informado que en el padrón de papel que se instala en cada escuela para consulta de las y los votantes, alguien había escrito junto a su nombre un simple “3 %”, símbolo indeleble de lo que millones de personas en el país piensan de ella. Como se sabe, la referencia es al porcentaje que, según el extitular de la ANDis Diego Spagnuolo, ella recibiría en concepto de coimas multimillonarias.
Aunque a su alrededor no se haya congregado más gente que las trabajadoras y trabajadores de prensa y, tal vez, apenas un 3 % de la militancia que hubiera esperado en el marco de una elección “crucial” para La Libertad Avanza, la “alta coimera” no dejó de estar a la altura de la paranoia persecutoria que envuelve a todo el Gabinete. Por eso tuvo como principal acompañamiento humano a un grupo de rabiosos custodios, todos de civil (podrían ser policías o incluso barrabravas como los que la custodiaron en Moreno).
Rodeada de un enorme cordón de seguridad, que empujó a las y los periodistas que querían hacer preguntas. Así votó Karina Milei, quien evidentemente no puede caminar por la calle. pic.twitter.com/oKYGKegBCN
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) September 7, 2025
“He cubierto varias elecciones y nunca me pasó esta situación de no tener acceso, de que los militantes y los de seguridad empujen de esta manera a los periodistas, sea mujer u hombre”, decía la movilera de TN a metros de la mayor de les Milei. Apenas las separaba una barra de patovicas. Sólo pudo sacarle un par de palabras: “Estoy perfecta”. Luego suplicó ante el micrófono de LN+: “Que la gente vaya a votar”.
En medio de un amplio operativo, votó Karina Milei
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— C5N (@C5N) September 7, 2025
Antes de subir a su auto para rajar rápido del lugar, Karina escuchó a su alrededor que algunas personas cantaban “¡La casta tiene miedo!” y “¡Tobillera, tobillera!” . Ni ella ni sus custodios pudieron dilucidar si eran partidarios u opositores. “¿Eso que cantan es a favor o en contra mío?”, iba pensando, seria y despeinada, mientras se acercaba al móvil de la seguridad presidencial que la sacaría por fin del lugar.