Mariano Grondona, una de las figuras más influyentes del análisis político en la Argentina, atraviesa un delicado cuadro de salud que mantiene en vilo a su familia y a quienes lo siguieron durante décadas en radio y televisión.
Fue su esposa, Elena Lynch, quien en diálogo con Walter Leiva para Puro Show (El Trece) brindó detalles que causaron gran preocupación. Con la voz entrecortada, confesó: “Mariano está muy delicado, no se entera de nada de lo que pasa, por suerte. Está tranquilo”.
Elena, que mostró su lujosa casa, explicó que, a pesar de haber sufrido un ACV en 2012 que lo alejó de los medios, el último episodio que complicó su salud fue una neumonía: “Está muy delicado después de 13 años con un ACV. Tuvo una doble pulmonía igual que el Papa, el mismo día. Igual, estuvo internado”, relató.
La decisión de la familia fue llevarlo a su casa, donde puede estar más contenido y acompañado: “Está en casa porque es mejor ahí que mal en el sanatorio. Está tranquilo y muy bien cuidado”, aseguró su esposa. Y agregó con crudeza: “Tiene 92 años, es toda una vida juntos, es bravo”.
El analista político sufrió un accidente cerebrovascular en 2012, lo que marcó un antes y un después en su vida. Desde ese momento, dejó los medios de comunicación, aunque en un primer tiempo pudo continuar con algunas actividades.
Elena recordó en una entrevista pasada cómo fueron esos años posteriores al ACV: “Mariano era una persona súper activa, vivía trabajando, en la radio, en la televisión, viajaba y daba conferencias… De pronto, todo eso se detuvo”. Al principio, todavía podía caminar con ayuda y participar en algunos programas, pero el tiempo lo fue debilitando.
“No fue más a su escritorio. Todo sigue ahí, su biblioteca con sus libros… Pero se le borró. El escritorio está en el entrepiso que tiene la casa y yo muchas veces solía espiarlo mientras preparaba una clase para la facultad. Fue siempre muy estricto consigo mismo: todos los días leía muchísimo. ¡Si lo hubieras visto!”, recordó su esposa.
Hoy, la televisión se convirtió en su compañía más fiel: películas, noticieros y documentales llenan sus horas. “Gracias a Dios, la televisión existe. Para un enfermo como él es una gran compañía”, explicó Elena.
Lejos de los debates políticos que lo hicieron famoso, Grondona vive en la intimidad del hogar, acompañado y cuidado por su familia. Sus seguidores y colegas, mientras tanto, esperan noticias alentadoras sobre su evolución.