«Nunca hablamos con los bancos de un rescate, ni de 20 mil millones. Es una ‘operación’ más con la sola intención de generar confusión«, aseguró el ministro Luis Caputo a través de su cuenta oficial de X, para desmentir la información publicada por el The Wall Street Journal e intentar generar algo de calma en los mercados.
Antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre, en medio de una crisis política y económica aguda que lo llevó a pedir un «rescate» del gobierno de Trump, el gobierno de Milei dejó trascender la noticia de un «blindaje» consistente en un swap del Tesoro de EE.UU. con la Argentina y otros U$S 20.000 millones que se acordarían con bancos internacionales como J.P. Morgan Chase, Bank of America y Citigroup. Un «chantaje» hacia la población de cara a los comicios, de que se retiraría la «ayuda» si al gobierno le iba mal. Ahora, el ministro Caputo desmiente esa negociación.
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El jueves el riesgo país volvió a subir a 657 puntos al conocerse la noticia del fracaso de dichas negociaciones, escalando niveles máximos desde finales de octubre. El periódico norteamericano difundió la noticia de que la línea de crédito pasaría de U$S 20.000 millones a un crédito de corto plazo por U$S 5.000 millones, un «repo», para afrontar vencimientos fuertes de deuda externo en el mes de enero de 2026, por U$S 4.200 millones.
Los valores de los bonos soberanos se vieron afectados. Precisamente esa dinámica bajista de los títulos públicos generó el incremento de la prima de riesgo argentina.
¿Por qué es importante el riesgo país? Para el gobierno es un indicador clave porque expresa la confianza (o desconfianza) de prestarle a la Argentina, y con ello, la posibilidad de volver a endeudarse en los mercados internacionales.
Luis Caputo y Milei buscan bajar el índice a, por lo menos, 400 puntos básicos. Desde el año 2018 se cerró la canilla de préstamos. La única estrategia del gobierno es pagar los vencimientos, que suman unos U$S 20.000 millones el próximo año, con nueva deuda.
